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Saturday, July 9, 2011

LA SABIDURIA, por María Aurora de Santiago, psicóloga.

En la actualidad, los especialistas, han dejado de hablar de inteligencia emocional para hablar de sabiduría. Ambos conceptos recogen muchas similitudes. Se trata de aplicar la inteligencia en hacer la vida mas fácil, buena, feliz y digna.

Para José Antonio Marina la sabiduría consiste en aprovechar y usar mejor lo que tenemos.

La persona para ser sabia, es decir, feliz, ha de tener en cuenta cinco cosas:

  • Elegir la meta adecuada.
  • Saber resolver problemas.
  • Valorar las cosas, relativizarlas y quedarse con las buenas.
  • Crear lazos afectivos con las personas.
  • Tener una correcta autonomía.

Para algunos autores la sabiduría consiste en la comprensión de la experiencia ordinaria y en la capacidad para analizar las consecuencias de nuestros actos y la capacidad de relacionarnos (Holliday y Chandler).

Para otros la sabiduría es el desarrollo de las habilidades intelectuales afectivas y reflexivas que procesan la información que recibimos (Clayton y Dirren).

Emerson dice que la mezcla de la percepción intelectual de la verdad y el sentimiento moral de lo justo es la sabiduría.

La educación de los sentimientos

En el desarrollo del saber vivir, o sabiduría, tiene una extraordinaria importancia la educación de los sentimientos morales. Tales como:

  • El sentimiento de la dignidad propia.
  • El reconocimiento de la dignidad ajena.
  • El deseo de ayudar.
  • El sentido del deber.
  • La responsabilidad.
  • El sentimiento de culpa.
  • El sentimiento de vergüenza.

Algunos de estos sentimientos pueden desbarajustar nuestro equilibrio mental.

Sentimientos enemigos de la persona

Existen unos enemigos de nuestro bienestar, del verdadero bienestar que no tiene que ver con los bienes materiales. Son:

  • El miedo.
  • La vergüenza.
  • La culpa.

Son sentimientos capaces de mermar la capacidad de disfrutar de nuestra vida. Para superarlos se nos presentan dos retos: ser cada vez más sabios y sentirnos más vivos.

Responder a ellos precisa que tengamos una correcta autoestima, que nos haga confiar en nuestras capacidades reales y en la posibilidad de mejorarlas.

La seguridad básica

Hay personas seguras e inseguras, fuertes o débiles, que resisten o se rinden...

El niño que es cuidado de forma constante y amorosa se muestra confiado, seguro (Erikson). Es la seguridad básica necesaria para generar la correcta autoestima, que será tan necesaria a lo largo de la vida.

La privación de estos elementos, cuidado, control y amor en la infancia produce daños irreparables, sobre todo si la ausencia de estas condiciones dura más de dos años. La autoestima es la seguridad interior que brota al sentir que lo que hacemos es valioso y que nos hace merecedores de felicidad (Jorge Bucay).

La culpa

De los sentimientos enemigos del hombre la culpa puede ser la que más daño hace. Nos pasamos la vida buscando algo que nos complete, un futuro mejor... y dejamos pasar el presente sin aprehenderlo. Sentimos miedo ante el futuro incierto, ante la crítica de los demás y, tal vez lo más grave, temor ante la propia condena de cosas ocurridas en el pasado.

Y a eso se le llama culpa. Sensación que afecta a todas las personas, incluso las mentalmente sanas, y que molesta, en gran manera, al justo deseo de ser feliz. ¿Es un sentimiento innato? ¿Es una respuesta aprendida? No importa, al menos en este escrito, y conviene destacar que es una sensación que hace daño y que puede producir neurosis.

¿Cómo salir de la culpa?

Para salir de la sensación, tan perjudicial, de la culpa debemos:
  • Revisar nuestra exigencia propia.
  • Revisar nuestra exigencia hacia los otros.
  • Aprender a no buscar culpas fuera.
  • Aprender a buscar causantes, no culpables.
  • Aprender que somos responsables y no culpables.

Conclusiones:

  • Sabiduría es saber vivir una buena vida de acuerdo con las creencias.
  • Todos nos equivocamos y debemos asumirlo sin torturarnos por ello.
  • Se debe aprender a reparar aquello que se haya hecho mal.

Fuente: Revista Sagrada Familia (2011)

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