PUBLICACIONES

Saturday, October 15, 2011

"Trabajamos para nuestros Hijos"

En la última semana he escuchado dos veces esta frase: “Trabajamos para nuestros hijos”, y me parece oportuno comentar brevemente lo que dicen estos padres pues estoy seguro de que muchos papás y mamás se identifican con ellos.

Uno de los matrimonios también me dijo “era la primera vez que nuestra hija pasaba diez días fuera de casa con sus abuelos y tíos y, para nosotros, fue como aprender durante esos diez días a estar juntos de nuevo”.

En la religión y espiritualidad católicas, el matrimonio debe estar abierto a la vida. Si los esposos, al prometerse fidelidad y amor para siempre, no se comprometen a traer nueva vida al mundo, quién se comprometerá? Quiénes pueden tener una disponibilidad mejor que la de los esposos para traer nueva vida al mundo?

La Iglesia católica no aprueba que un matrimonio rechace el don de la vida porque la vida es un don del amor y el hogar es el mejor lugar para que el amor se viva, se ofrezca, se de... sin reservas.

Tal vez, por este motivo algunos matrimonios han creído que debían “vivir y trabajar para sus hijos”; sin embargo, la buena intención de estos matrimonios para con sus hijos puede ocasionar malentendidos y conflictos, primero, dentro del matrimonio y la familia, y, después, en la sociedad donde esos hijos participarán.

El padre y la madre son los primeros responsables de la salud física, emocional y espiritual de sus hijos mientras estos son menores de edad. Ellos han de ser los primeros en velar por sus hijos, lo cual no quiere decir que los padres tienen que vivir y trabajar “para” ellos. De la misma manera que los hijos no nacen para cumplir los planes de los padres, tampoco la responsabilidad de los padres consiste en “estar al servicio” de los hijos.

Alguien puede preguntarse: ¿por qué? La respuesta es sencilla: el hogar, la familia, es la primera escuela donde las personas aprendemos a mirar más allá de nosotros mismos: de nuestra voluntad, de nuestros sentimientos y emociones, de nuestras debilidades, virtudes y limitaciones.

El padre, la madre, que “vive para” su hij@ se convierte tarde o temprano en un obstáculo ya que su hij@ tardará mucho más en darse cuenta de que “puede haber” un plan y un propósito más importante que el suyo.

Por otra parte, las emociones y sentimientos que el padre o la madre descargan sobre su hij@ se activan de una manera muy dificil de controlar cuando éste descubre que su progenitor “vive y trabaja” para él/la. En estos casos, las emociones y las sentimientos controlan la conciencia de la persona, cuando deberia ser al revés: la conciencia de la persona es la que pone orden en sus sentimientos y emociones.

No comments:

Post a Comment